Zygnumt Bauman fue un famoso sociólogo, ya fallecido en enero de 2017 que se atrevió a realizar una evaluación de como afectaban las redes sociales a la sociedad moderna. No cabe duda que si existe algo de moda y actualidad son las redes sociales y su uso masivo por parte de la práctica totalidad de la población. La evaluación de este genio fue que las redes sociales pueden ser el nuevo «opio» del pueblo.
A pesar de su pesimismo este hombre era capaz de ver cosas que otros apenas pueden entender cuando se les presenta, famoso por un libro sobre el holocausto y su relación con la evolución del mundo moderno que conocemos hoy en día desarrolló interesantes teorías que dan explicación a comportamiento humano. Hablaba de que nos acercamos a un punto crítico en el que la desconfianza en los sistemas puede llevar al desencanto de la población, lo cierto es que hoy en día cuesta hablar bien de algún político, ¿no es cierto?. Por supuesto las redes sociales que juegan hoy un papel vital no quedan atrás y se someten a su análisis.
Zygnumt Bauman, considera que las redes sociales no son un avance hacia un colectivismo progresista, más bien, encuentra un individualismo alarmante. Puedes aceptar o denegar peticiones de usuarios, responder o no responder según tu conveniencia, seguir a los usuarios más afines a ti, ser bombardeado con publicidad de las cosas que te gustan y nada más que las que te gustan, te unes a grupos de personas que les gusta el mismo cantante, la misma serie y las redes sociales aceptan tu comportamiento y lo usan para ofrecerte más de lo mismo. Esto es muy similar al concepto de burbuja de Google. Google ordena los enlaces según los perfiles de los usuarios esto hace que si siempre lees «La razón» nunca tengas disponible un enlace del país o al menos que el enlace del primero predomine sobre el anterior. ¿Nos importa realmente este efecto? Bueno uno de los sociólogos más importantes de los últimos tiempos nos dice que no. Preferimos que nos den solo lo que nos gusta, lo que no nos gusta es más difícil de digerir y las empresas quieren que podamos digerir muy bien estamos ante una crisis, la crisis del «activismo de sofá»
También se habla de un gran problema, uno nuevo la soledad un problema que puede afectar a nuestra propia salud, y que aparece por el simple hecho de que podemos aislarnos. Parece altamente contradictorio y es posible que en tu caso no lo percibas así, pero es bueno estar alerta. La gente olvida la interacción social verdadera, en la cual tratar con otra persona no quiere decir que compartamos nada con ella y aún así podamos desenvolvernos escuchar, ser escuchados y aprender. ¿Qué esto es posible también a través de las redes sociales? Es cierto, pero hay que tener una intención de no mantenerse en la zona de confort y las redes sociales nos empujan continuamente a ello.
Las redes sociales son malas para discutir.
Discutir en su término Griego no es gritarse, es dialogar. Y a través de las redes sociales es casi imposible el diálogo, es más se complica hasta el enroque total de los individuos, algo que ya ocurre en las relaciones normales en nuestra sociedad cuando alguien no desea escuchar. Es fácil ver en Twitter conversaciones infinitas en las que la autoridad de los usuarios sobre la materia no solo es nula si no inexistente, luego la opción es ir hacia donde las redes sociales te llevan a la pasividad. ¿No puedes discutir con todo internet verdad?
Las discusiones son buenas, positivas y necesarias. En las redes sociales, no hablamos de otros medios, las discusiones no suelen llevar a mucho a pesar de tener ejemplos efectivos en los que a través de distintos grupos se han producido movimientos sociales pero esto son los menos.