Las redes sociales pueden ser peligrosas y causar distintos trastornos si se les da un mal uso. A pesar de esto, también tienen cosas buenas y creemos oportuno indicar también para que son buenas de tal forma que podamos discernir entre el uso apropiado del inapropiado.
Las redes sociales tienen un poder increíble para la difusión de noticias, la creación de empresas y de comunidades, esto es innegable. También han probado ser una herramienta útil en el sector de la salud al ser una forma rápida de compartir conocimientos entre organizaciones y profesionales, así como, reclutando participantes con puntos comunes necesarios para estudios clínicos.
La privacidad del paciente
Pero, ¿Cómo pueden los profesionales de la salud usar estas herramientas a la vez que protegen a los pacientes y a ellos mismos. Lo cierto es que las redes sociales son el lugar donde los profesionales pueden encontrar a pacientes, consumidores (farmacéuticas) y compañeros de profesión por lo que parece un buen sitio en el que estar presente. Esto implica que se siga una regulación estricta ya que las comunicaciones han de estar muy reguladas y en la mayoría de casos pueden ser complicadas darse por ley. Un buen ejemplo que sí pueden realizar entre profesionales es compartir casos sin aportar datos ni dar indicios que puedan dar lugar a la identificación del paciente y siempre con la finalidad de mejorar la situación del mismo.
Por supuesto los profesionales precisan de cierta formación y ser muy cautos al interactuar en las redes sociales. Una de las redes sociales más efectivas para el sector de la salud es Twitter ya que permite de forma muy sencilla compartir videos, artículos e información útil y de interés para los pacientes. Es sorprendente pensar como para muchas personas en zonas rurales el conocer a través de las redes sociales que existen determinados tipos de tratamientos puede llevar a una visita al médico para consultar.
Adaptación y uso profesional de las redes sociales
Mientras que los médicos siempre han sido los últimos en adaptar los nuevos medios de comunicación debido a las implicaciones legales que puedan suponer ya empiezan a extenderse redes sociales dedicadas solo a médicos. Muchos médicos comparten en sus cuentas profesionales información que trate de ayudar a otros, eso sí, hay que cerciorarse y comprobar que el perfil efectivamente pertenece a un médico y evitar los falsos consejos. Al respecto a Twitter aún le queda un largo recorrido ya que tienen que conseguir evitar que la velocidad de transmisión de la información de lugar a que también información errónea se mezcle entre la real.
Las redes sociales también son muy buenas para determinados tipos de pacientes, el saber que existen personas que puedan tener la misma afección que ellos ayuda a compartir experiencias, consejos y vivencias. Esto trabaja el aspecto no solo directo de la enfermedad, si no el muy importante aspecto psicológico que conllevan algunas enfermedades como pueden ser las crónicas o las que precisan de un tratamiento especial. El mantener la mente en un estado adecuado para afrontar los problemas es una parte muy importante de todo tratamiento.
Conclusiones
Como hemos podido ver las redes sociales no son ni buenas ni malas, teniendo cosas muy positivas y cosas que podrían ser muy negativas. En el uso está la utilidad, en SFCM vamos a intentar siempre que trates de darle un buen uso ofreciendo enfoques positivos y adecuados a través de disciplinar el cómo las utilizamos. Como siempre para cualquier duda o pregunta estamos a su disposición.
Luisa Carmona
Me encantaría conocer a algún médico para poner saber si realmente le están dando tanto uso a las redes sociales.